sábado, 15 de noviembre de 2014
Dominar La Lengua
Durante la semana estudiamos una lección muy interesante la cual ha puesta mi vida en perspectiva. El versículo de memoria dice: “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mat. 12:37)
Nuestras palabras tienen el poder de justificarnos o condenarnos, son poderosas. "Las palabras pueden calmar y dar seguridad, o envenenar y contaminar. ¿Cuán a menudo has dicho algo que deseaste poder retirar?".
Muchas veces he dicho palabras las cuales he querido retirar y no he podido. Sin querer o queriendo he ofendido, he herido a personas amadas. Espero de ahora en adelante ser mas cautelosa, espero poder pensar antes de hablar. En alguna ocasión se que todos hemos ofendido, porque como dice Santiago "todos fallamos" no somos perfectos, pero después que lo hacemos no podemos limpiar lo que dijimos y pensar que todo va a seguir igual, solo nos queda pedir perdón y orar.
Desde que me mudé a Virginia he aumentado de peso muchísimo. No se si el cambio de vida, el estar lejos de mi familia, el sentirme sola, el comer mas fuera, el tener un esposo que no me dice que estoy fea, el conocer poca gente...no se que, algunas o todas, la cosa es que estoy mas gorda que cuando estaba embarazada. Lo peor del caso es lo mal que me siento y lo mal que me hacen sentir las personas que supuestamente me quieren. Muchas personas cuando me ven lo primero que me dicen es "Tu si estas gorda", o "estas igualita a tu padre", "te has dañado", "Tan linda que estabas para tu boda", o si no "tienes que hacerte la lipo" o "estas embarazada?" y la mas divertida y parece que muy común entre la familia - porque leí que a mi prima le decían lo mismo - "muchacha, tu con un marido joven y buenmozo, te lo van a quitar". Todo esto lo dicen personas allegadas, familiares, personas que me quieren. Todas estas frases, son frases venenosas, que hacen daño, vienen de personas que tienen que dominar su lengua; las cuales deben recordar que la lengua es comparada con un fuego, con un mundo de maldad que puede contaminar todo nuestro cuerpo.
Otra anécdota, el pasado Noviembre fui a un salón Dominicano. Yo estaba feliz porque por fin había encontrado a alguien que supiera hacer el pelo. Como saben mi pelo es bien rizado, pero de vez en cuando me gusta tenerlo liso. Así que la persona que me arregla tiene que saber pasar muy bien el blower y luego pasarme la plancha. La primera vez que fui donde ella quede encantada porque el pelo me quedaba liso por varios días. La segunda vez, lo mismo. Fui varias veces. Un día no pude ir y decidí lavarme el pelo en la casa. Cuando lo lavé, el pelo tenia un olor diferente y feo. Cambié de champú y lo volví a lavar y seguía el mal olor. Cuando me voy acostar mi esposo me pregunta "y ese olor? algo huele mal". Yo nerviosa vuelvo a lavarme el pelo, y sigue el mal olor. Luego voy a la habitación de Karina y le cuento lo que esta pasando y Karina me dice, "mami, tu pelo huele a quemado". WHAT??????? Para hacerle el cuento corto, no se lo que me hicieron en el pelo pero nunca mas se me volvió a rizar. Al principio se veía bien, pero cuando mi pelo comenzó a crecer parecía una bruja. Mitad lacio y mitad rizo. HORRIBLE! Mi peor pesadilla. Comencé a cortarme todo mi pelo poco a poco y ayer despues de un año batallando casi me pude cortar todas esas puntas quemadas. Lo bonito es la lengua de mis amigos. Esto es lo que me han dicho: "Hay Dios mio, que le paso a tu pelo? Ese pelo tan bello que tu tenia, lo unico que te quedaba bien". Otros me han dicho: "Esos rizos tuyos estan diferentes, que les pasa?" o "Y ese pajon?", "Que pelo que esta maltratado, te deverias poner este tratamiento" Y me dan el dichoso tratamiento.
Estas personas no saben que llevo un año tratando de salvar mi pelo. Que he llorado, que he tenido que cortarlo en contra de mi voluntad, que me he puesto todo y nada me le ha devuelto su estado natural; que solo me queda esperar que crezca. Se que muchas personas lo hacen por ignorancia pero también se que otras lo hacen por venenosas.
Porque les cuento todo esto?
Para que aprendamos a dominar nuestra lengua.
Para que la usemos mas para bendecir.
Para que nos pongamos en los zapatos del otro.
Para que dejemos de herir.
Para que cuando no tenemos algo bueno que decir, mejor callemos.
Para que nos miremos en un espejo y comencemos a ver nuestros defectos y a cambiarlos.
Para que analicemos que no somos perfectos.
Porque sentí la necesidad de decirlo.
Los dejo con algunas ideas de lo que debemos hablar:
“Necesitamos hablar mucho más de lo que solemos de los capítulos preciosos de nuestra experiencia. Deberíamos hablar de la misericordia y la amante bondad de Dios, de la incomparable profundidad del amor del Salvador. Nuestras palabras deberían ser palabras de alabanza y agradecimiento. Si la mente y el corazón están llenos del amor de Dios, este se revelará en la conversación. No será asunto difícil impartir aquello que forma parte de nuestra vida espiritual. Los grandes pensamientos, las nobles aspiraciones, las claras percepciones de la verdad, los propósitos altruistas, los anhelos de piedad y santidad, llevarán fruto en palabras que revelarán el carácter del tesoro del corazón. Cuando Cristo sea así revelado por nuestras palabras, estas poseerán poder para ganar almas para él” (PVGM 272, 273).
Que nuestro hablar sea un reflejo de quien somos, de lo que sentimos...que sea un reflejo de Dios!
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