jueves, 30 de junio de 2016

No Hay Nada Como La Familia


Pasar tiempo en familia no tiene precio, no importa cuanto tiempo pasemos sin vernos, sin hablarnos o compartir, siempre que nos reunimos hay gozadera. 
La noche que Elvis llegó a Santo Domingo tuvimos una reunión familiar en la casa de mi prima hermana. Allí nos reunimos los primos, los casi primos, los primos que casi no son nada...todos juntos comiendo, riendo, cantando, recitando y orando.
Si se fijan en las fotos, Elvis llegó delgado sin barriga y en dos semanas aumentó 20 libras.

 La familia es una institución 
donde el individuo toma formación
y si no formamos un mejor hogar
marchar bien no puede nuestra sociedad.
 Donde existe el amor
gente unida hallarás
familia de "LOS VARGAS"
unanse en el amor a Dios
Amor a Dios
 Amor a Dios.
Esa fue una de las canciones que cantamos en esa noche.
Que gusto me dio compartir con todos.
Vale la pena ir a vacacionar a tu país de vez en cuando y poder compartir con personas amadas. 
 Si tienes mucho tiempo que no pasas un momento con tus familiares, 
tomate ese tiempo. 
Hoy estamos y mañana no sabemos.
Dedicale tiempo a esas personas que te vieron nacer, aquellos que te ayudaron a crecer,
aquellos que te quieren tal y como eres.
Cuando lo hagas, ve preparado a reír, a llorar, a pasar vergüenza con los cuentos de tu infancia.
 Ve preparado a comer los mas ricos platillos.
 Gracias a mi prima Gloria y al chef Joel por tan ricos bocadillos!


Los Abrazos Mas Sinceros Se Dan en el Aeropuerto

Por primera vez Evelis pasó dos semanas sin su papi. En ningún momento lloró por el, ni mucho menos dijo que lo extrañaba, ella estaba muy ocupada con sus primos y explorando lugares nuevos. Sin embargo, su temperamento cambió, a veces actuaba con enojo y cuando llegó la hora cero, la hora de ir al aeropuerto a buscarlo, cuando se acercaban los minutos ella no pudo contenerse.
Entre todas las personas ella lo buscaba. Sus ojitos se movían de un lado a otro, su corazón palpitaba aceleradamente, se movía, gritaba, preguntaba por el. Elwin Rafael y yo ya no sabíamos que hacer con ella.
Entre la multitud, a la distancia, vimos salir a un hombre demacrado, se veía cansado y había perdido  varias libras; pero para ella era el mismo. Ella corrió a sus brazos y entre lagrimas y risas se perdieron en un abrazo.
Cuanta nostalgia se vive en un aeropuerto, cuantas familias reunidas después del tiempo, cuantas lagrimas sinceras, cuantos abrazos, cuantos besos, cuantos corazones felices. 
Lloré como una niña al ver a personas desconocidas reunirse pero al ver a Evelis y a Elvis reí y agradecí a Dios por el amor de ellos.

La próxima  vez que vayas al aeropuerto busca mas allá de la personas a la que vas a recoger, busca a la madre que vuelve a ver a sus hijos después de los años. No dejes de buscar a la parejita a la cual no le importa la multitud para besarse. Busca al padre, a la hija, a la hermana, a la amiga, busca a la abuela que por fin conoce a sus nietos... escucha sus historias, llora con ellos y comparte su felicidad.











miércoles, 29 de junio de 2016

La Otra Cara de mi Pais

Con maleta en mano y agarrando a mi chiquita tomamos un autobus Caribe Tours rumbo a Santo Domingo. Hacen muchísimos años que no tomaba un autobús de estos y la experiencia no fue nada agradable. Gracias a Dios por los ángeles que nos envía ángeles cuando mas lo necesitamos y en esta ocasión el señor del ultimo asiento fue mi guardián. Al montarnos no habían dos asientos juntos disponibles y mi ángel se ofreció a cambiar de asiento para que Evelis y yo estuviéramos juntas. No se si fue el estar en el ultimo asiento pero íbamos incomodas, el piso sucio, el aire como que no llegaba hacia nosotras, el baño nos quedaba al lado y los pasajeros cada 5 minutos lo visitaban, en fin yo estaba loca por llegar. Al llegar a Santiago Evelis estaba durmiendo y no la quise despertar, así que el señor se ofreció a comprarnos algo. A los pocos minutos de partir dela parada, Evelis despertó con deseos de ir al baño - yo no encontraba que hacer. El ángel, se ofreció a entrar al baño y limpiarlo para que Evelis los usara, yo me negué y el me dijo que venia otra parada en Santiago pero que usualmente solo se recogían pasajeros pero que el iba hablar con el chofer para que me dejara llevar la niña. Así lo hicimos y en un corre y corre, llevé la niña al baño. Al llegar al autobús me dí cuenta que habían mas pasajeros que asientos y así como si nada, parado a mi lado iba otro pasajero.
Cuando por fin llegamos y pude ver a mis tíos esperándome sentí un gran alivio, pero al manejar por la ciudad no tuve un minuto de paz hasta llegar a la casa. Todo el viaje fue un susto, pensé que íbamos a chocar. Los carros no se detienen, los motores te salen por donde quiera, las personas caminan y venden en las calles, los niños caminan sin padres, los semáforos no funcionan, los policías parados sin hacer nada, los pares son ignorados...solo se escuchan las bocinas, el gritar del conductor enojada y las malas palabras de los mas enojados. En ese trayecto vimos la otra cara de mi país, en donde no todo es turismo, en donde el que no pelea no gana, en donde el mas pequeño tiene que luchar por comer y en donde el rico y el pobre ambos pasan el mismo trabajo. Allí, en la carretera no hay distinción, la cachorra y el carro de lujo ambos pasan el mismo trabajo y cogen el mismo tapón.
Que alivio fue llegar a la casa y estar en familia!













martes, 28 de junio de 2016

Playa Buen Hombre - Segunda Vez

Volvimos a la playa de Buen Hombre, pero esta vez con Melissa y su familia. Antes de irnos pude ver a mi primo Othniel y posar para la cámara.
En el camino a la Costa nos parábamos a tomar fotos y a mostrarles a los niños como viven las personas de ese pueblo. Este fue un momento de aprendizaje, de agradecimiento, de tomar conciencia y valorar todo lo que tenemos. Genesis estaba fascinada y con cámara en mano tomaba fotos de lo que le parecía  impresionante.

La playa estaba serena, limpia, bajita. Habían muchas piedras pero esto no impidió que nos fuéramos caminando bien lejos. Había un tronco al cual llegamos para tomarnos fotos. Los niños todos estaban felices. Allí se olvidaron los aparatos electrónicos y la diversión era la arena, los caracoles, el perro que esperaba comida, el niño que nos hacía cuentos para recibir unas propinas.

Yo no me queria ir, le pregunté a papi si nos podíamos quedar a acampar en la playa. Estaba en mi mundo. Mi sueño es poder algún día tener una casa en la playa.

Que bonito es vacacionar en un lugar que te trae recuerdos de tu infancia, en donde Karina fue feliz y ahora lo hace Evelis. Cada gota de mar y cada trozo de arena encierra un trozo de mi infancia. El olor a pescado, la batata frita, el juego de dominó.
En ese lugar no hay nada mas importante que ser feliz, que volver a ser niño y con solo ver el mar no se necesita nada mas...en ese lugar, en ese instante, se olvidan las penas, los complejos y vuelves a ser feliz.