La vida de una niña rodeada de adultos puede ser interesante.
A veces tiene que salir con su madre a un almuerzo de amigas, en donde ellas se pasan dos horas conversando, comiendo ensalada, riendo, planeando la ultima salida a la playa antes de que se acabe el verano...y la niña juega, habla, come yuca frita, visita al baño mas de lo necesario, abre todas las pimientas de la mesa, hace preguntas, juega en el celular y al final aguanta las dos horas como toda una campeona.
Luego visita a su vecina para preguntarle si necesita algo.
Camina con la seguridad de una niña de mas edad.
Ella le busca las cartas del buzón, conversa con nosotras como si es de nuestra edad, se enoja cuando no le prestamos atención y por rato olvidamos su edad.
Al despedirnos, recibe un chocolate de recompensa. Se olvida de dar las gracias y al percatarse de eso se devuelve a decir "gracias, te amo Shirley".
Nos vamos a la casa a descansar por unas horas antes de seguir con nuestro día.
El calor es insoportable, la humedad no nos permite estar afuera por mucho tiempo.
Para una niña el calor no importa siempre y cuando hay piscina a la vista y mientras llega la hora ella modela, brinca y salta en su traje de baño.
Pero antes de ir a clase de natación hacemos una parada en la biblioteca. Ella se emociona con solo ver el edificio y cuando entra se pierde entre los libros y no sabe cual elegir.
Al final escoge cinco libros, llega al mostrador y con una sonrisa le dice a la bibliotecaria "este es mi preferido".
Por fin llegamos a la clase de natación y entre todos los niños solo se escucha su risa.
Salimos corriendo para nuestra otra cita - La escuela Biblica del vecindario - y desde que llegas te agarras de la mano de una de las maestras y te despide de mi con las siguientes palabras " a las 8:30 me vienes a buscar".
Y en una esquina me quedo observándote, disfrutando estos días de calor a tu lado, saboreando este verano agotador, porque a pesar del cansancio no lo cambio por nada; porque se que estos días no son eternos.
En el camino a la casa recibo una llamada con el nombre "AMOR" invitándome a Chipotle. Por unas horas estoy a solas con adultos, por unas horas estoy en un "date" con un hombre todo sucio, sudado y aunque no lo crean la mayor parte hablamos de ella.
Al buscarla, ella se emociona a ver a su papi e ignora a la madre por completo. Emocionada, cuenta de todas las aventuras, de la historia Bíblica y del premio que se ganó.
La baño y ella solita dice "es hora de padre e hija" y como un terremoto baja las escaleras a dormirse en sus brazos mientras yo tomo este tiempo para mi.
Este es un dia de una niña entre adultos y una adulta con una niña.