Otra vez tuvimos que ir hacernos otro sonograma, esta vez fuimos mami, Elvis y yo. Antes de entrar le pedí a Elvis que me comprara un jugo de naranja para que la baby se viera mejor. Cuando nos llamaron entramos a la sala que fuimos la primera vez con la pantalla gigante. La sonografista era bien simpática y nos dijo que solo le iba a ver el corazón. Ella busco todas las formas y no pudo verle nada, me dijo que la baby estaba con la cabeza para abajo y boca abajo. Le pregunté por el sexo - para estar segura - y me dijo niña!! Pobre mami. Después de mucho tratar ella me dijo que tenia que llamar a la doctora porque la baby no se quería dejar ver. En silencio oré al Señor y le pedí que por favor la baby se dejara ver. La doctora que vino fue la misma de la vez pasada y duró un rato tratando hasta que por fin le pudo ver el corazoncito a la beba.
Le damos gracias a Dios porque todo salió bien, estamos felices con nuestra princesa!
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