viernes, 25 de abril de 2014

Agradecida

Anoche tuve la oportunidad de visitar una iglesia Metodista la cual está hospedando a decenas de mujeres vagabundas - homeless - por una semana. Al entrar al salón y ver a todas estas mujeres con todas sus posesiones en una maleta o en bolsas plásticas o de papel mi corazón se oprimió. Al principio me quedé inmóvil, sin poder dar un paso, solo observando el panorama; hasta que mi amiga me hizo una señal para que prosiguiera.

Como explicar lo que sentí en ese momento?
Mis ojos se movían rapidamente tratando de captar todas las imagines en mi memoria.
Habían mujeres de diferentes edades, pero todas con las mismas necesidades. 
Algunas dormían, una esperaba su turno para bañarse, otra pedía un lapicero prestado y otra una Biblia. La escena era de esas que vemos en películas.
Al vernos, ellas nos sonreían o nos recibían con palabras amables.
Ellas sonríen a pesar de vivir como viven.
Ellas agradecen lo poco que se les brinda.
Ellas disfrutan del colchón en el piso y de la silla que le sirve de mesita de noche como si estuvieran en un hotel 5 estrellas.
A diario cargan con ellas todas sus pertenencias mientras viven el día a día sin saber donde van a estar en unos días.
Las iglesias se turnan en hospedar a estas personas por una semana. Hay una oficina la cual organiza esto con las iglesias y luego les reparte los boletos a las personas, pero no es tan fácil, el cupo es limitado y siempre quedan muchos sin espacios.
A los que logran conseguir el boleto un autobus los lleva a la iglesia correspondiente en donde los hermanos les preparan un salón con un colchón pequeño, una silla, baños, desayuno caliente, almuerzo para empacar, una cena y ropa limpia - los hermanos les lavan las ropas.
Mi vecina es parte de las voluntarias de la cocina y todos los días se va a las 6 de la mañana a prepararles el desayuno y un almuerzo para que se los lleven con ellas. En el día ellas vuelven a las calles y regresan a la iglesia en la noche, pero por lo menos tienen un lugar donde dormir y las tres comidas del día.
Le preguntamos a una de ellas donde ella pasaba el día y nos dijo que se quedaba en una biblioteca leyendo.
Otra consiguió un apartamento y hoy se lo entregan - una menos - por lo menos ella tuvo la suerte de salir de las calles. Nos reunimos y le conseguimos lo básico para ella mudarse y no se imaginan lo agradecida que ella está.

A veces no valoramos todo lo que tenemos "and we take it for granted" como decimos en Ingles. 
Al verlas a ellas me sentí millonaria. Yo he sido tan bendecida con tanto y todavia me quejo... 
Que si tengo la casa sin cortinas, que si me falta una alfombra, que si no tengo muebles en el "sunroom", que si esto, que si aquello...que mala agradecida!
Tengo un techo donde dormir, tengo comida en mi mesa, tengo agua caliente, ropa, trabajo, zapatos, un closet donde guardar mis pertenencias, familiares y amigos que se preocupan por mi...tengo tanto que otros no tienen.

Amigos que leen este Blog:
Es tiempo de despertar, es tiempo de ayudar, de dar, de dejar de ser egoístas, tiempo de compartir con los demás lo mucho que Dios nos ha dado.
Si tu iglesia no tiene un programa para ayudar a los necesitados, es hora de que tu tomes la iniciativa.
No seamos como los Fariseos, los cuales se preocupaban mas por las leyes humanas que por ser compasivos. 
Seamos bondadosos.
A veces necesitamos este tipo de experiencias para darnos cuenta lo mucho que tenemos, para apreciar nuestras vidas, para agradecer mas y quejarnos menos.

Gracia mi Dios por todo lo que tengo y por la oportunidad de poder ayudar a otros!
Perdoname si en mi pecaminosa vida me he lamentado sin razón.
Tengo mas de lo que merezco y lo reconozco, ayudame a dar mas, a quejarme menos, a valorar TODO lo que tengo y a ser bondadosa.
Esta es mi oración en el dia de hoy!

“En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.”
Mateo 25:40




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