En varias ocasiones he sufrido unas que otras heridas.
En el momento he llorado del dolor, algunas veces me he lastimado la herida, otras veces la herida queda viva por un largo tiempo; pero lo mas doloroso a veces no es la herida en si, sino la cicatriz que la herida ha dejado en mi piel. A diferencia de otras personas a cualquier rasguño que sufra por pequeño que sea me tarda muchísimo tiempo en sanar. Pasa el tiempo y la cicatriz sigue ahí recordandome siempre que sufrí una herida, recordandome el momento triste y desagradable que me la causó. En mi mano derecha tengo una cicatriz de cuando tenia 8 a 9 años de edad y recuerdo perfectamente el dolor que sentí cuando mami freía unos plátanos y el aceite hirviendo tocó mi piel.
En mi vida no solamente he recibido heridas en mi piel, he recibido otras mas dolorosas, unas las cuales las cicatrices no se ven, sino que se sienten; heridas al corazón. Al igual que las cicatrices de la piel estas heridas me toman mas tiempo de lo normal para sanar. Las heridas del corazón duelen mas que las heridas de la piel y duran mucho mas para curar. Se necesita mas que un doctor para curarlas, mucho mas que antibióticos o analgésicos.
Estas heridas necesitan tiempo para sanar,
necesitan alejamiento,
necesitan oraciones,
necesitan de DIOS.
Gracias Dios por ayudarme a sanar las heridas del alma, por pasar tus manos sobre mi enfermo corazón, por no dejarme seguir viendo esa fea cicatriz.
Mientras yo sanaba otros recapacitaban.
Mientras yo me aislaba otros sacaban su verdadero "yo".
Mientras yo oraba por venganza Dios me decía "la venganza es mia y no tuya...confia, deja todo en mis manos. Eres la niña de mis ojos y como buen Padre cuidaré de ti".
Si al igual que yo tienes heridas en tu vida causadas directas o indirectamente por personas queridas, no te des por vencido, olvidate de las cicatrices y Dios como buen cirujano las hará desaparecer para siempre.
Mi deseo para ti hoy es que encuentres paz para afrontar tus heridas y tengas el valor de REGRESAR a ser tu.
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