Dicen que recordar es vivir,
pero a veces recordar es volver a sufrir.
Hoy se cumplen 12 años de ese trágico día y todavía el corazón se me oprime de dolor y se me hace un nudo en la garganta al hablar con mis estudiantes de lo que fue aquel día.
Muchos de mis estudiantes no habían nacido pero todos saben que ese día cambió el rumbo de la historia.
Al contarles dos de mis estudiantes lloraron, los mas necios estaban tranquilos escuchando y otros hacían preguntas.
He escuchado de guerras, terremotos, tsunamis, tragedias, desastres, pero ninguna me ha afectado tanto como esta.
Este terrible día lo viví de cerca,
pasó en nuestros ojos, en nuestra ciudad, a nuestra gente.
Allí murió un ex compañero de trabajo y familiares de algunos de mis estudiantes. Agradezco a Dios porque otras personas que conocía pudieron salir con vida.
Nunca voy olvidar todo lo que pasó ese 11 de Septiembre y al recordarlo oro por los familiares de las víctimas para que Dios les de consuelo y para que ellos algún día encuentren la paz que sus vidas necesitan.
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