Dice un dicho que "la sangre pesa mas que el agua" y cuan cierto es. De Cabrera salimos rumbo a Sabaneta a visitar a la hermana de Elvis - la cual Evelis solo conocía por fotos - ella nos estaba esperando en una bomba y desde que Evelis la vio gritó "tía, tía".
Con Evelis en brazos de la tia partimos a su casa. Allá se volvió loca con las primas y con un vecino hasta bicicleta montó. Nos pasamos unas horas agradables con Arelis y su familia y de ahí seguimos nuestro rumbo hacia Sosua.
En Sosua vive la tia preferida de Elvis - Edith - desde que la mamá de Elvis murió ella le brindó el amor de madre que a el le hacia falta. El la adora. Desde que la conocí le tomé mucho cariño por su corazón noble y sincero.
Edith trabaja en Puerto Plata, así que nos quedamos en el negocio de su esposo en la playa esperando a que ella llegara a Sosua. Al llegar a la playa quedé asombrada por lo hermosa que es. Habían cientos de personas bañándose, tomando el sol, comiendo, haciendo juegos, bailando, era un ambiente único. Hay muchas casetas juntas con diferentes negocios y lo mas curioso es que hasta los baños son comerciales - hay que pagar para usar el baño o para sacarse la sal a un señor que está sentado en la puerta - solo en mi país!
De todos los lugares que visité allí fue donde comí el mejor pescado.
Mientras comíamos a lo lejos vimos a la tía Edith que llegaba y Evelis sin conocerla salió a su encuentro a abrazarla. Cuando Edith la vio comenzó a llorar de la emoción.
Nos quedamos hasta ver ocultarse el sol. No hay nada como encontrarse con sus seres queridos, nada como un abrazo de familia.
Gracias a Dios por las fotos las cuales nos permiten volver a vivir los momentos felices!
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