Fuimos a comer el peor pescado que he comido pero como mi amiga es tan positiva, ella no se queja de nada.
Nuestra amistad es de esa de los cuentos, de esas que duran tiempo sin verse y cuando se ven todo sigue igual. Una amistad sin reproches, en donde nos aceptamos y amamos como somos, en donde lloramos por teléfono pero en persona solo reímos. Una amistad en la que no nos importa dormir las dos con Evelis, matar mosquitos, pasar calor y mucho menos recorrer cientos de kilometros para vernos. Nuestras hijas a pesar de la diferencia de edad han aprendido amarse al igual que nosotras.
Belkys,
Agradezco a Dios por ti. Eres la hermana mayor (ja, ja) que mis padres no me dieron.
Gracias por siempre estar.
Gracias por existir.
Gracias por amarme.
Gracias por ser tu.
Gracias NEGRA!
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