Como todos los años llegamos al final, llegó el momento de cosechar nuestros frutos, de ver nuestros estudiantes graduarse y de decirles adiós.
Ha sido un año escolar difícil pero a la misma vez satisfactorio.
En lo personal he sentido el amor de mis estudiantes con sus cuidados en este embarazo, con su obediencia, sus desayunos, sus escapadas a la bodega para comprarme agua o jugo, como me dejaban dormir en la clase y como entendieron que yo no podía ir con ellos a los paseos.
En lo académico, Dios otra vez estuvo con nosotros. De la clase 821 solo 3 estudiantes no pasaron el examen del estado - 2 de ellos eran recién llegados.
De la clase 822 solo 2 no pasaron el examen - una estaba embarazada y tenia meses que no venia a clase.
Llegó la hora de despedirnos, espero verlos en el futuro.
Este es solo el principio de muchas graduaciones mas!
Los AMO!
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